miércoles, 19 de octubre de 2016

#Un100ParaJuanPérez




Hola, soy Juan Pérez y no tengo Facebook para escribir ahí, tampoco un smartphone. Pero por algún medio necesitaba ponerme en contacto con ustedes, los que están allá arriba desde su celular, criticando la “pobreza” que tienen, porque ayer me contó un amigo lo mucho que todos se burlan de la baja de 100 Gs. de pasaje en el transporte público. A este amigo lo suelo encontrar justamente en el bus, en esas calurosas noches asardinadas, en chatarras andantes, mientras los responsables de que viajemos así andan en helicópteros y autos lujosos. Te voy a contar cómo es mi vida, cómo no estoy de acuerdo con lo que sucede con nuestros gobernantes, pero sí cómo una simple moneda de la cual tanto se burlan puede cambiar totalmente un mes de vida en una familia. Este mensaje no es de apoyo a lo que hace el gobierno, sino que, lo que me comentaron sobre quejarse por la pequeña baja del pasaje me hizo dar cuenta de que existen personas que no valoran lo que tienen, sobre eso es lo que voy a hablarles, olvídense por un momento de los senarratas y dipuchorros, piensen en su país y lo que ustedes hacen por sus compatriotas.

¿En serio una moneda de 100 les vale tan poco como para burlarse de ella?

Tengo 28 años y vivo en una casa, si así se puede llamar, de chapas y terciadas, en un terreno donado por el estado que queda a 3 viajes en colectivo del lugar donde trabajo. Soy uno de los últimos que vive en esos lotes donados, porque los demás los vendieron para volver a su estado “damnificado” y reclamar algo al gobierno otra vez. Tengo una pareja, pero nunca nos casamos ni tuvimos hijos, porque tenerlos sería traer una vida a sufrir los daños que la corrupción hizo a nuestro país. En cambio, cuidamos dos sobrinos que mi hermana menor abandonó luego de tenerlos a sus tempranos 15 y 16 años. Este mundo está lleno de irresponsables que son damnificados porque quieren, pero estamos también los que intentamos salir adelante pero no podemos por cosas de la vida.
En mi caso, mi pareja trabaja de empleada de lunes a sábados, de sol a sol, en un local del mercado 4 y gana 900.000 Gs. al mes, y yo gano lo mismo juntando cartones y apilando mercaderías en un depósito y a veces una que otra changa de albañil en la manera en que puedo, ya que no tengo dos dedos de la mano y eso hace que no me quieran contratar en casi ninguna parte. Juntos ganamos apenas el equivalente a un sueldo mínimo, siendo que muchos se quejan diciendo que “es muy poco”. Para mí un sueldo mínimo es un sueño.

A mis sobrinos los trato como mis hijos, van a la escuela y no permito que trabajen todavía, pues son muy pequeños y sería una crueldad explotarlos como muchos mayores lo hacen. 
No puedo estudiar en uno de los talleres gratuitos del SNPP porque estoy en un círculo vicioso, si estudio no tendré tiempo para trabajar y dar de comer a los hijos que mi hermana abandonó, pero si no estudio jamás voy a poder conseguir un trabajo con mejor paga. Ya nadie confía en gente como yo por culpa de los “damnificados” que mal provechan las ayudas sociales. Solo me queda esperar y luchar por un buen futuro para los niños a mi cargo, esa es la responsabilidad que tengo para mejorar el país en el que vivo.

En fin, cada día tomo 6 colectivos (3 de ida y 3 de vuelta), mi pareja 4 y mis sobrinos con medio pasaje de estudiante toman dos colectivos. Por día para nosotros representaba un gasto de hasta 26.000 Gs. y en el mes más de 690.000 Gs. Eso es más de un tercio de nuestros ingresos, para movernos sufridamente en latas de sardinas oxidadas.
Con el nuevo pasaje, nuestro gasto en pasaje se redujo hasta casi 600.000 Gs. que sería 90.000Gs. menos que antes. ¡Lo que hace un 100 al día en una familia que realmente necesita!
Para vos puede significar a penas la cuota de la moto o el auto que compraste, tu compra del día en el súper, la carne para el asado del domingo o tus packs de cerveza para acompañarlo, para mí te digo que es mucho más que eso.

Señor presidente, sé perfectamente que esta es una una jugada que sí o sí le traerá algún beneficio político y que se aprovecha de nuestro estado de necesidad a sabiendas de que lo vamos a aceptar, pero le comento que lo que hizo no es suficiente y se puede olvidar de que estaré conforme con que solo baje el pasaje, porque el país necesita mucho más que solamente eso.

Y les quiero pedir a ustedes, que por lo menos tienen un celular, valoren hasta el más mínimo centavo que tienen, y no se quejen por más, porque nadie les va a dar más, solo ustedes mismos. Esta clase de situaciones son las que sacan a flote la poca profundidad de su pensamiento. 
Ahí están algunos haciendo chistes, diciendo que por culpa de eso el país está como está, cuando son ellos los que no miran más allá de sus narices.
Ahí están algunos, quejándose que con lo que ahorran en un mes con el nuevo pasaje no se compran ni un cajón de cerveza, mientras yo ni me permito pensar en eso, sino en que podré comprar al menos unos litros de leche más para aguantar esa última semana del mes que siempre faltaba, o unos cuantos panes para hacerles merendar a los chicos al menos una vez a la semana, o quizás una sorpresa para los chicos, un asadito con mandioca en la calle a la vuelta del colegio por sus buenas notas. 
Ahí están algunos, quejándose que con un 100 por día no se compran ni un chicle para el juruné, cuando para mí un chicle es un lujo que no me puedo dar, sino guardar las monedas que tengo cada día con el miedo de saber si tendré para pagar el pasaje del día siguiente.

Necesitamos generar entre nosotros los compatriotas un verdadero sentido de empatía y dejar de ver a los demás desde arriba, el gobierno está corrupto desde sus raíces y las generaciones que vienen son iguales o aún peor, todos andan diciendo cosas sin sentido en nombre de nosotros los necesitados, creyendo que nos entienden o que son capaces de juzgar nuestra forma de vida, que somos pobres por culpa del gobierno o que somos pobres porque queremos, esa es gente falsa que se aprovecha de la ignorancia de los nuestros para conseguir votos y terminar haciendo lo mismo que todos los gobernantes.

Yo creo que en realidad no todos tenemos la culpa de ser pobres, pero tampoco es completa responsabilidad del gobierno, son simplemente situaciones de la vida que a cada uno le pone donde está y debe intentar de sobrellevarlo lo mejor posible. En mi caso, me toca vivir rozando cada mes, con la esperanza de que mis sobrinos sí puedan estudiar y ser algo en la vida, ya que mis padres me hicieron trabajar desde pequeño y nunca pude formarme, y luego sucedió lo de mi hermana, por lo tanto, estoy donde estoy. 

¿Entienden a qué me refiero? Espero que valoren más ese 100, no creo que todos estén en calidad de juzgar cuánto vale realmente, porque el valor es relativo, para el presidente será una limosna para su reelección, para mí una bofetada en la cara de parte suya, pero a la vez una forma de mantener a mi familia mejor por un mes más. ¿Qué me queda hacer?  Es una situación muy difícil de explicar, una encrucijada bastante complicada, porque básicamente, me dan de comer un pan aquellos que me sacan dos, y tengo que aceptarlo porque de otra forma no me darían nada y moriría.

Eso no es todo, mi pareja y yo por lo menos tenemos trabajo, tenemos vecinos que ni lo tienen, y por ignorancia tuvieron 4 hijos, ellos hurgan en la basura para comer e incluso roban. ¿Creen que ellos despreciarían como ustedes ese 100 diario?

Si tanto dicen que no les importa, o que quieren devolver ese dinero al gobierno porque les parece una miseria, les pido que no lo hagan, ellos ya robaron suficiente. En cambio, dónenlo a alguien que lo necesite de verdad. ¿Lo harían, o son tan orgullosos? Estoy convencido de que un 100’i bien invertido lejos de las lacras que dominan el país, pueden cambiarlo,

Dónenlo, donen el 100 guaraní que les sobra por una buena causa, dónenlo a Juan Pérez, alias “aquellos que sí necesitan”



Espero que mi mensaje llegue lejos, confío en ustedes.

#Un100ParaJuanPérez

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